El técnico de Independiente, Américo Gallego, confesó que si su equipo no le ganaba a un rival que terminó jugando con nueve futbolistas, como sucedió con Atlético Tucumán, se “tenía que ir”. “Cuando nos empataron pensé que si no ganábamos este partido, frente a un rival con dos jugadores expulsados, me tenía que ir”, admitió el entrenador del conjunto de Avellaneda que sumó el primer triunfo del Apertura al vencer a Atlético Tucumán 4 a 2. El entrenador elogió la reacción de sus dirigidos y admitió que está más tranquilo porque ahora tiene variantes. “No estaba jugando bien Ignacio Piatti y lo puse a Leonel Núñez. Necesitábamos más juego ofensivo y mandé a la cancha a Walter Busse”, explicó.
