La denominada garrafa social se metió en el ojo de la tormenta en los departamentos alejados. Pese a que el Gobierno Nacional tiene un precio fijado de $16 para las garrafas de 10 kilos y de $25 para las de 15 kilos, en los departamentos alejados de San Juan tienen un sobreprecio de hasta un 40 por ciento en mostrador, algo que está totalmente prohibido. La razón es que los transportistas aplican un costo extra por el flete, argumentando que les queda poco margen de ganancia. Y lo particular es que el problema surgió hace unas semanas, justo cuando aumentó la demanda por mayor consumo estacional.
La Dirección de Defensa al Consumidor informó que detectó sobreprecios en los departamentos Sarmiento, Calingasta, Valle Fértil, Caucete y Jáchal. Esos comercios fueron intimados al principio, pero no se les aplicó ninguna multa; según dijeron en la repartición, fue porque luego volvieron a inspeccionar esos lugares y ya estaban vendiendo otra vez al precio establecido.
El Programa Nacional de Consumo Residencial de Gas Licuado de Petróleo "Garrafas para Todos", que funciona desde septiembre de 2008, establece que las cargas de 10 kilos cuestan $16; las de 12 kilos, $20; y las de 15 kilos, $ 25.
Pero en zonas alejadas del Gran San Juan, un envase de 10 kilos cuesta entre $ 20 y $22, mientras que una de 15 kilos alcanza los $34 en mostrador, algo que está prohibido, según dijo Carmelo Letizia, Jefe de Inspección de Defensa al Consumidor. "Este problema no lo tuvimos en el verano, surge ahora que es cuando aumenta el consumo. Eso es lo llamativo", agregó.
Según altas fuentes de ese organismo de control, los comerciantes intimados se quejan porque el transportista o subdistribuidor es el que aplica un sobreprecio camuflado por "gastos de flete". En San Juan, los subdistribuidores cumplen un rol muy importante porque son quienes mayoritariamente sacan las garrafas de los distribuidores y las revenden en los comercios chicos y en los departamentos alejados.
Un subdistribuidor de zona Capital, que prefirió reserva de identidad y de la empresa, afirmó que aplican el costo del flete para obtener un margen de ganancia que hoy el precio fijado por los distribuidores no les permite conseguir. "A nosotros nos venden la garrafa de 10 kilos a $15 y las de 15 kilos a $22,50. O sea, es imposible vivir de esto con ese mínimo margen", apuntó el comerciante.
Desde los distribuidores, afirmaron que no especulan con el mayor consumo estacional, sino que se trata de un problema de abastecimiento y costos. "El reclamo lo tenemos todos los días, pero al subdistribuidor no le podemos vender más barato porque por un lado tenemos problemas con la fraccionadora, que de cinco camiones que le pedimos por semana nos manda sólo tres, y también están los gastos de sueldos y demás, propios de la empresa", apuntaron desde una conocida distribuidora de Rivadavia.
"Es un tema sensible porque particularmente en San Juan, el subdistribuidor es el que mayoritariamente lleva el gas a toda la provincia, especialmente a los departamentos alejados donde no hay red domiciliaria. Pero como el subdistribuidor no está incluido en el convenio, compra caro y se lo obliga a vender al precio acordado, así que está apretado por todos lados. Y amenazan con que, si les hacemos multas por no respetar el precio al público, no irán más a los departamentos alejados porque no les conviene. Por eso Ana María López -titular de Defensa al Consumidor- viajó a Buenos Aires para plantear esta problemática", dijo una fuente de ese organismo. Ayer, DIARIO DE CUYO intentó comunicarse con López, pero no fue posible.

