Se manifiesta con fiebre, tos, malestar general, dolor de garganta, debilidad, náuseas, dolores musculares, estomacales, articulares y de cabeza. En algunos casos puede complicarse con pulmonía y puede resultar mortal. El tratamiento es sólo sintomático. Los antibióticos sólo son útiles si hay infección bacteriana asociada.
