�Felipe VI es un gran aficionado a los deportes, como el esquí y vela, disciplina en la que participó en clase Soling en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, donde fue el abanderado de la Selección olímpica española, quedando en sexto lugar. La vela es quizás una de las pocas pasiones que comparte con el rey Juan Carlos I.
