No sólo los varones de pectorales marcados y las chicas de pieles bronceadas se prenden en las clases, también lo hacen los niños, los papás con rollitos y las mamás de mallas enterizas. En las piletas de Del Bono Beach, en el dique, las clases de gym y de deportes en el agua hacen furor y los profes nunca tienen turnos libres por falta de inscriptos. En el coqueto complejo, cada 30-40 minutos se dan clases de caminata y bicicleta acuáticas, de aquadance, waterpolo y hasta de básquet sobre el agua.

"Me encanta hacer deportes en el agua. Porque si bien es lindo tomar Sol y estar con los amigos, después de un rato te aburrís. Así que cuando dan las clases, me prendo y me divierto un rato", contó Matías (17), de Capital. Las caminatas consisten en emular los pasos bajo el agua, mientras que para hacer bicicleta acuática se necesitan flotadores. "Tenemos desde chicas de 19 años hasta mamás con sus hijos tomando las clases. Nos movemos y nos reimos un rato, porque la idea tampoco es exigirlos y que después les duela todo el cuerpo", dijo Rosana Sarmiento, una de las instructoras.

En tanto, en el básquet acuático también se prenden padres e hijos y a veces hasta se arman equipos mixtos. "Hay reglas mínimas, como dar tres pases antes de tirar al aro. Lo demás pasa por la onda que le pongan los participantes. Pero siempre salen lindos partidos y todos quieren revancha después", contó Javier López, el profesor a cargo de estas clases.

Pero, además de las clases en la pileta, casi todas en la siesta y en las primeras horas de la tarde, cuando baja el Sol llega el turno del beach voley, el fútbol-tenis y el ping pong, para mantenerse siempre en movimiento. Y es que como dicen los fanáticos de las actividades deportivas, estar de vacaciones no significa dejar de ejercitarse.