La Universidad Médica de Graz de Austria, realizó un estudio entre más de 2.000 personas que demuestra que aquellos hombres que tienen altas cantidades de vitamina D también presentan un mayor nivel en sangre de testosterona (la hormona sexual masculina por excelencia) y, en consecuencia, experimentan un incremento de la libido. Los niveles de esta vitamina ascienden con la cantidad de horas de luz por lo que se llegó a la conclusión que aumenta con el comienzo de la primavera.

Esto no escapa a ningún ser humano, lo que sí sucede es que es más notable en aquellos lugares donde los inviernos son más oscuros.
Por otra parte, la exposición a la luz aumenta la secreción de endorfinas, tanto en hombres como en mujeres. Estos neuropéptidos alivian el estrés, levantan el ánimo y estimulan la respuesta sexual.