San Juan, 16 de enero.- Gran preocupación tenía la policía con la desaparición de un menor de 11 años que vivía con su padre en el asentamiento Santa Ana, en Rawson. Es que el chico escapó de su hogar a causa de los maltratos que recibía de su progenitor, indicaron.
Según trascendió, la madre del menor los abandonó hace varios años y el padre, que trabaja haciendo changas, se quedó con su tenencia. Pero cada día se hacia más habitual las agresiones verbales por parte del padre y el miedo incentivo al pequeño a escapar anoche luego de que éste lo reprendiera duramente.
Aún no se sabe donde pasó la noche el chico, se sospecha que anduvo deambulando por la calle hasta que fue a visitar a una familia que conocía en el Lote Hogar 27 y fue allí donde personal de la Brigada Sur de Investigaciones lo encontró cerca del mediodía.
Fuentes policiales afirmaron que “el chico se quedaba todo el día con una vecina porque su padre trabajaba y cuando el vivía, regresaba a su casa”. Y así fue como anoche, el hombre de aproximadamente unos 42 años y apellido Arancibia, llegó a su hogar alrededor de las 22 y en estado de ebriedad, algo que ocurría con mayor frecuencia, y comenzó a retar al pequeño hasta que éste salió corriendo por miedo a que lo golpeara.
El caso quedó en manos del Juzgado de Menores de turno y se abrió una investigación para saber cual será el futuro del niño luego de este episodio, ya que se dispuso que no regresa con su padre y la vecina que habitualmente lo cuidaba fuera temporalmente su tutora. También señalaron que las condiciones en las que vivía el menor con su padre, “no eran las adecuadas porque eran muy precarias y sin el más mínimo cuidado en la higiene”.
