Como ayer no hubo transporte urbano de pasajeros, muchos optaron por llamar un remís para trasladarse hasta las zonas de camping. En la mayoría de las agencias la demora era de una hora promedio, pero eso no amedrentó a la gente. Como la familia Maldonado, de Pocito, que no dudó en cargar el canasto y la heladería con el pollo de la noche anterior para acampar a un costado de las piletas de Zonda. ‘Hay que aprovechar cuando el día está lindo para salir, no importa que no haya colectivos. El asunto es pasarlo con la familia y estar juntos, aunque haya que gastar en remís‘, dijo uno de sus integrantes.