Decenas de heridos, entre ellos personal policial, y destrozos en el estadio Gigante de Arroyito, fue el saldo de disturbios ocurridos como consecuencia del descenso de Central a la B Nacional. Cientos de hinchas, en diversos puntos del estadio, iniciaron una escalada de incidentes al cabo del partido, que se prolongaron al menos durante media hora. La barra brava de club rosarino, que ocupaba una de las cabeceras, protagonizó una incesante agresión contra la policía provincial en la zona lindera a los vestuarios. Los efectivos apostados en la zona dispararon balas de goma y gases lacrimógenos contra los violentos. Otro grupo de hinchas destrozó el palco oficial de la platea próxima al río Paraná y lanzó como proyectiles contra la policía butacas y pedazos de mampostería. De la misma manera, un conjunto de violentos avanzó contra la platea contraria, donde se encuentran las cabinas de transmisión, y agredió a la policía ubicada en ese lugar con caños arrancados de los paraavalanchas. El sector de comidas rápidas también fue destruido por la intolerancia de algunos hinchas. “Hay varios heridos pero ninguno de gravedad. Además los hinchas de All Boys se retiraron normalmente”, confirmó un comisario de la Policía.