El caso de los hermanos Carrizo, los chicos que desaparecieron el sábado en la madrugada y aparecieron el miércoles a última hora con su madre, sigue sin resolución.

Es que las contradicciones y las acusaciones cruzadas complicaron el caso a tal punto que hasta ayer no se sabía quién decía la verdad y por eso la Justicia y la Dirección de la Niñez todavía no toman una decisión.

Los chicos; su papá, que fue quien los crió; y su mamá, que supuestamente los abandonó, fueron entrevistados por psicólogos ayer. 

Dónde estuvieron mientras desaparecieron, cómo localizaron a su mamá a la que hacía mucho tiempo que no la veían, por qué la madre los abandonó hace 10 años y si es verdad que el padre maltrataba a los adolescentes, son algunas de las dudas que llevaron a que las autoridades decidieran tomar la medida de protección.

Estas incertidumbres seguían sin aclararse, al cierre de esta edición. Es por eso que no se pudo definir si Brenda y Gustavo Carrizo, de 15 y 14 años respectivamente, vivirán con su madre o su padre.

‘Evidentemente suceden muchas más cosas de las que sabemos‘, dijo ayer Cristina Casivar, la secretaria técnica de la Dirección de la Niñez, y aseguró que los chicos iban a seguir en una residencia del Estado, porque el caso era ‘muy confuso‘. Explicó que muchas veces tienen casos en los que hay indicadores que orientan para ver quién es el adecuado para quedarse con los chicos.

Entonces se da la guarda provisoria a una de las partes, a pesar de que la investigación continúa. ‘Pero esta vez hay muchos interrogantes‘, agregó. En este contexto, dijo que iban a seguir con las averiguaciones para saber cuál contexto familiar es el adecuado para los adolescentes.

Brenda y Gustavo desaparecieron el sábado a las 4,30. Los chicos estaban en la casa de su abuela, en el barrio Aramburu, porque su papá estaba trabajando. A esa hora la mujer descubrió que la joven estaba con su novio, mayor que ella, y la amenazó con llamar a su padre, pero cuando volvió los chicos no estaban. El miércoles fueron encontrados cerca de Tribunales con su mamá. 

La madre

Elena Vásquez es la madre de los chicos. Es oriunda de Chimbas y es miembro de una conocida familia del departamento. ‘Los Bombita‘, como le dicen a su familia, son populares en el ambiente delictivo y según fuentes ligadas a la investigación, esto le jugaría en contra a la mujer, pues muchos integrantes de este grupo tienen antecedentes penales por robos y son personas problemáticas en la Villa Ramos.

Incluso, la familia paterna de los adolescentes en cuestión remarcó en todo momento que no quieren que los chicos vivan con la madre porque temen por su futuro.
 
La mujer tiene 38 años y en diálogo con DIARIO DE CUYO dijo que esta vez no le van a quitar a sus hijos y que va a luchar para conseguir la tenencia de Brenda y Gustavo. Agregó que si puede se los llevará a La Rioja, que es donde vive con su pareja actual.

Elena, que es ama de casa, dijo que ella se enteró de la realidad que vivían sus hijos a las horas que desaparecieron, cuando la contactaron. Esto, porque los chicos fueron hasta la casa de la familia Vásquez a pedir ayuda. ‘Los niños se han escapado porque les pegaban mucho.

Me dijeron que les pegaban con cucharas, ollas y que a mi hija le decía que era una prostituta‘, dijo la mujer y contó que los chicos llegaron hasta ese domicilio porque Brenda recordaba cómo llegar, a pesar de que la última vez que fue ahí tenía 5 años.

A la vez aseguró que ella los abandonó porque Maximiliano Carrizo, el padre de los chicos, la golpeaba, la mantenía encerrada en una habitación que no tenía ni baño y porque la Justicia lo escuchó a él antes que a ella, hace 10 años. ‘Puso testigos falsos y dijeron que yo encerraba a mis hijos y me iba con otros tipos, pero nadie escuchó a mis testigos.

Después me los quitó y aunque tenía un régimen de visita él no me dejaba verlos. A escondida, los veía en la escuela hasta que se fueron a otro lugar y no supe más de ellos‘, agregó. 

El padre

Maximiliano Carrizo es el padre de los chicos. Vive en Pocito, trabaja en una empresa de limpieza y los fines de semana es sereno. Está en la otra vereda de esta disputa y hasta ayer tampoco podía ser considerado como el ideal para quedarse con sus hijos.

Esto, porque entre las acusaciones se dice que él hasta les pegaba a los chicos con un sable, que los mantenía encerrados para que no salieran a ningún lado y que cuando eran bebés ni siquiera quería comprarle los pañales.

Sin embargo, aseguró que nunca los maltrató. Los chicos fueron revisados por el médico legista, quien según efectivos de la seccional 27ma constató lesiones en los jóvenes, pero no podían asegurar que fueran productos de golpes realizados por el padre.

Según la familia de Carrizo, los chicos son educados, no son problemáticos y les va bien en la escuela, gracias al sacrificio que hace diariamente Maximiliano.

Es por esto que en este entorno culpan a Elena Vásquez de la escapada de los chicos. Dijeron que seguramente ella los contacto y los convenció de que dejaran la casa. ‘No entiendo cómo la contactaron.

Para mí, de antes se hablaban por Facebook o de otra forma‘, dijo el padre que durante los 5 días de búsqueda acompañó hasta de madrugada a los policías. ‘No me duele lo que hicieron mis hijos. Ellos son chicos y ella los manipuló‘, concluyó.