Por primera vez en sus 569 años de historia, el prestigioso colegio de Eton, centro educativo de la realeza y aristocracia británicas, se vio forzado a cerrar sus puertas por la detección de un caso de gripe A. El virus logró lo que no pudieron los nazis durante la II Guerra Mundial (1939-1945), cuando el entonces director de Eton, Claude Elliot, se negó rotundamente a clausurar el el colegio. Allí se educaron los príncipes Guillermo y Enrique, hijos del heredero al trono británico, Carlos de Inglaterra. Su matrícula cuesta 34.200 euros anuales.
