Miles de empleados públicos británicos harán hoy un paro nacional en protesta por el plan de ajuste gubernamental, que contempla reducir el déficit estatal subiendo los impuestos y recortando los salarios y las prestaciones sociales. Tal como sucede en Grecia, los trabajadores británicos se oponen a la eliminación o reducción de las prestaciones sociales, el aumento de la edad jubilatoria de 65 a 66 años, el incremento del aporte para las pensiones y la disminución del monto que recibirán cuando se retiren. La medida afectará a un 85% de todas las escuelas de Inglaterra y Gales.