La reina Isabel II inicia hoy, una histórica visita a Irlanda, la primera que efectúa un monarca británico a este país desde su independencia del Reino Unido hace casi un siglo.

Esta es vista, es la primera desde que el abuelo de la actual reina, Jorge V, acudiera a Dublín en julio de 1911. Por aquel entonces, esa era la segunda ciudad del imperio británico y, a la vez, el foco más importante del nacionalismo irlandés.

En estos cien años, las relaciones anglo-irlandesas han estado marcadas por la guerra de independencia librada de 1919 a 1921, la división de la isla al retener el Reino Unido los seis condados septentrionales que constituyen el Ulster o Irlanda del Norte y la violencia que ello ha generado.

Con las relaciones totalmente normalizadas, el Reino Unido y la República de Irlanda son miembros de la Unión Europea desde 1973, entonces llamada Comunidad Económica Europea.

La mayoría de la ciudadanía de Irlanda entiende que la presencia de Isabel II entre hoy y el viernes refleja la normalización de las relaciones entre ambos países, una minoría sigue mirando atrás, por esta razón se ha montado un importante operativo de seguridad.

Isabel II fu invitada por la la presidenta irlandesa, Mary McAleese, y durante su estadía acudirá a alguno de los lugares más representativos del nacionalismo irlandés.

La reina y su esposo, el duque de Edimburgo, llegarán hacia las 12.00 horas de Irlanda (16 horas en Argentina), al aeropuerto militar de Baldonnel, a las afueras de Dublín.

En la residencia presidencia, plantarán un árbol simbolizando el comienzo de una nueva era de entendimiento. La comitiva real irá hasta el centro de Dublín, donde en el Jardín de los Recuerdos depositará flores en el monumento que honra a los caídos irlandeses por la causa de la libertad nacional.

Después pasará por la Oficina de Correos en O’Connell Street, el edifico más emblemático del Levantamiento de Pascua de 1916, una rebelión irlandesa sofocada sangrientamente por el Ejército británico.

Mañana, la reina visitará el museo de la fábrica de la famosa cerveza negra Guinness. Por la tarde, la monarca depositará primero una corona de flores ante el Memorial de Guerra Irlandés, dedicado a los irlandeses muertos en la Primera Guerra Mundial.

El jueves, visitará al Centro Nacional de Sementales, incluida en el programa dada la conocida afición de la reina a los caballos. La monarca concluirá su periplo con una visita el viernes a la llamada Roca de Cashel -o Roca de San Patricio (patrón de Irlanda)- en el centro del país, un castillo medieval en ruinas.