"¿Están dispuestos a amar la familia?" había exhortado, apenas unos minutos antes, monseñor Alfonso Delgado. Y el "sí" de unas 5.000 personas fue la antesala exacta de lo que vendría de inmediato en plena Avenida España: una procesión multitudinaria, con danzantes adornados en muchos colores, en la que las familias dieron el presente y se convirtieron en el eje del homenaje a Nuestra Señora del Rosario de Andacollo, en el cierre de las patronales anoche en Rawson.
Desde antes de la misa, oficiada sobre una tarima en plena calle, llegaban los matrimonios con sus hijos, ya ataviados como "chinos" danzantes de la Virgen. Les arreglaban los trajes, los tranquilizaban. Poco después, a ambos costados de la España, entre la parroquia y la plaza Centenario, los chicos rezaban junto a sus padres.
El tema central de la reflexión del Arzobispo fue la necesidad de cuidar y desarrollar la familia. Animó a los hombres a ver menos fútbol, a los chicos a comprometerse más, y a todo el mundo a "amar esta gran familia que es la Patria, como buenos ciudadanos". También se refirió a la familia de la parroquia, la sanjuanina, la argentina y la chilena, "con quienes tenemos un origen en común y un destino en común también".
Ni bien terminó la misa, comenzó la procesión, encabezada por la imagen más pequeña de la Virgen de Andacollo. La seguían los danzantes, unos 300 niños y jóvenes identificados con trajes verdes, celestes, rosados, bordó y rojos, y con banderas papales, argentinas y chilenas (la advocación de Andacollo es trasandina). Marchaban al son de tambores y redoblantes, con pasos similares a los de las comparsas de carnaval, para honrar así a la Virgen.
Tras ellos iba un grupo de otros 300 chicos que habían tomado su Primera Comunión el sábado, y que ayer marchaban vestidos totalmente de blanco, rodeados por un cordón que sostenían sus familiares al tiempo que les hacían fotos y caminaban al mismo ritmo. La procesión recorrió varias cuadras y, a su término, muchas familias se quedaron paseando por la plaza y el centro rawsino.

