En el Ministerio de Salud Pública están preocupados. Es que desde que se inauguró el nuevo Hospital Rawson, la cantidad de pacientes con obra social que van a atenderse allí aumentó tanto que ya están pensando en como controlar el desfasaje. Los datos estadísticos hablan por sí solos: durante el primer trimestre del nuevo Hospital, sobre un total de 12.000 pacientes atendidos, 2.193 tenían obra social, mientras que en el último trimestre, sobre casi 15.000 pacientes, 3.768 eran afiliados a alguna obra social (incluida la Obra Social Provincia).

Este aumento implica que las atenciones a personas que ya tienen una cobertura aumentó en un 37%, una cifra que puso en alerta a las autoridades de Salud Pública al punto que el propio ministro Oscar Balverdi, se reunió con los jefes de servicio para analizar estrategias al respecto.

"Hemos advertido que las obras sociales, en forma directa o indirecta, están derivando pacientes a los hospitales públicos. Como Estado, estamos obligados a atender la urgencia o la emergencia y eso lo vamos a seguir haciendo, tengan o no tengan obra social. Pero lo que estamos viendo es que, por ejemplo, atendemos a alguien en una emergencia y una vez que pasan al internado, si tienen cobertura de su obra social, ésta no quiere trasladarlos a un sanatorio privado. Y hasta nos ofrecen cosas para que los dejemos en el hospital cuando, por ejemplo, necesitan una cirugía o seguir internados más tiempo", relató Balverdi.

La frase de "me mandaron de la obra social a que venga a hacerme los análisis acá" es una de las más repetidas en Admisión de Laboratorio. Y pese a que el personal les explica que si tienen obra social, deben ir a un laboratorio privado, los pacientes insisten. Por cada 3 análisis que realiza, el Hospital Rawson recibe de reintegro a través de la Superintendencia de la Salud, la suma de 18 pesos, algo así como 6 pesos por cada análisis. En la parte privada, en tanto, la obra social debe pagar 15 pesos por un solo hemograma, que es un análisis de sangre de rutina.

"Si sólo se tratara de que estamos subvencionando a las obras sociales, bueno, no está bien, pero lo más grave es que detrás de cada obra social, hay una empresa de salud gerenciando. Y como empresa, obviamente, busca obtener una ganancia, que es totalmente lícito: pero no a costa de los hospitales públicos", enfatizó el ministro.

Hasta ahora, los servicios donde más se ha notado el aumento de pacientes con obra social, fueron Maternidad y Traumatología, aunque también son zonas críticas Laboratorios y Terapia Intensiva. "Si usted tiene que internarse en una Terapia Intensiva privada -explicitó Balverdi- el día de internación, sin honorarios médicos ni medicamentos varía entre los 1.200 y 1.500 pesos. En el hospital cuando nosotros mandamos a cobrar por algún paciente que recibimos, nos pagan 300 pesos, con medicación y descartables incluidos. Entonces, la empresa de salud que está detrás de la obra social no lo piensa dos veces: la Terapia Intensiva pública le sale más barata, pero lo grave es que le está sacando una cama a alguien que no tiene ninguna cobertura".

Para el ministro, los pacientes no son responsables, pero sí las obras sociales que los mandan al hospital público. "Yo aislaría al paciente, es otra la estructura donde se manejan cosas que no son justas", dijo. Y aunque admitió que por el momento no es mucho lo que se puede hacer al respecto, reconoció que alguna medida hay que tomar. "Vamos a fijar un criterio, que sea unificado, y a manejarnos con mucho cuidado. El hospital va a seguir dando respuestas en la emergencia, pero no vamos a aceptar que se nos derive ex profeso a un paciente, con algo que no lo sea", concluyó.