La campaña de recolección de basura tecnológica tuvo que arrancar una hora antes de lo programado. A las 8 de la mañana ya había gente formando fila en sus autos para dejar la chatarra que llevaban. Es la 4ta que realizan los alumnos del Colegio Central Universitario, dependiente de la UNSJ, con el objeto de contribuir con el cuidado del medioambiente.
Julio Gravano fue uno de los primeros en llegar, aunque tuvo que esperar una media hora para que le recibieran los 16 monitores y los 8 CPU que llevaba a bordo de una ambulancia del hospital privado. Hizo una recorrida por diferentes centros de salud del Colegio Médico para recolectar aparatos tecnológicos en desuso para llevar hasta el colegio. ’Estas campañas están muy buenas porque uno no sabe qué hacer con estos aparatos que se rompen y se van acumulando’, dijo el hombre antes de partir para hacer un segundo viaje con chatarra.
Antes de las 10, los chicos lograron llenar el primer camión con esta basura tecnológica. Fue porque muchas personas se acercaron a dejar chatarra y algunas llevaron hasta 26 monitores o 7 impresoras a la vez.
A las 11,30 había gente estacionada en doble fila frente al colegio esperando el turno para dejar la chatarra. Pero la espera se prolongó más de lo calculado. Los chicos dejaron de recibirla para liberarle el paso al segundo camión que a esa hora ya completó la carga de basura tecnológica.
’Si seguimos así vamos a terminar la campaña antes de las 12 como estaba previsto porque sólo queda un camión disponible y ya hay chatarra como para completar un cuarto de la carga’, dijo Romina Pepe, coordinadora de la campaña que está enmarcada en un proyecto de estudio denominado ’Creando Acciones Solidarias’ cuyo objetivo es concientizar a la comunidad sobre el riesgo que implica para el medio ambiente dejar la basura tecnológica en cualquier lado y sobre la importancia del reciclado.
