Con tres semanas de demora, se puso ayer en funcionamiento el sistema biométrico de acceso a los espectáculos (SABED), que por huellas dactilares detecta a quienes tienen vedado el acceso a los estadios por derecho de admisión o aquellos buscados por causas judiciales. Tres valijas con el aparato fueron dispuestas entre los accesos del estadio y la policía elegía a un espectador para analizarlo.