Jugar con ventaja numérica no siempre es una ventaja para Desamparados. Más si lo hace en el Serpentario. Aunque en el caso de ayer y en una derrota frente a Estudiantes de Río Cuarto, que hoy se cumple exactamente un año, con el plus de haber contado con tres y dos jugadores más, respectivamente, que su rival de turno. Lo de anoche no fue caída, pero la sensación que quedó fue justamente a esa. Es que en la visita se fueron antes de tiempo Luciano Maccina y Agustín González Tapia, en el primer tiempo, y cerca del final a Martín García. Pese a semejante diferencia numérica, el Víbora se nubló tanto adentro como afuera. Una clara muestra en este sentido fue que el técnico Garay finalizó el partido con los cuatro hombres en defensa que paró de arranque, cuando Belgrano ya no tenía delanteros.

Se trató de un 1-1 que hizo recordar a lo ocurrido el 28 de marzo del año pasado, también en Puyuta. Esa noche de domingo la historia terminó con caída por 1-0 ante el Celeste de Río Cuarto. Aquel Desamparados que conducía Ricardo Dillon mordió el polvo por el gol marcado por Chiaretta, cuando restaban solo tres minutos. Anoche la historia se pareció bastante y demostró que el puyutano no aprendió la lección.