“Abracémonos acá”, decía un alumno de la escuela Industrial a sus compañeros. Todos estaban en la puerta del colegio y no era porque estaban a punto de ir a abrazar la Circunvalación, sino porque habían decidido quedarse en la escuela, pero había faltado su profesor y tenían la hora libre. Adentro del establecimiento, los pasillos estaban colmados de alumnos y, ni bien tocó el timbre, se llenaron las aulas y los chicos se sentaron en sus bancos como en una jornada normal. Es que la escuela quedó con más de la mitad del alumnado.

“No tenemos un cálculo exacto, pero estimo que más del 60 por ciento de los alumnos se quedó en la escuela. Hay cursos que están completos”, comentó el preceptor Héctor Villegas. Y explicó que algunos chicos no fueron autorizados por sus padres para ir a la Circunvalación. Pero que, muchos otros, llegaron con la autorización de sus padres firmada, sin embargo cuando vieron que sus compañeros no iban, se quedaron en el colegio.

Por su parte, los chicos que sí fueron a la avenida lo hicieron acompañados por personal de apoyo de la escuela y algunos preceptores, así los profesores podían quedarse a dictar clases.