La persistencia y la intensidad del viento Zonda llevó a que en la semana, los alumnos de las escuelas públicas y privadas de los distintos niveles, no fueran a clases 2 jornadas por decisión del Ministerio de Educación de la provincia. Esta fue una medida inédita y se tomó para resguardar a los chicos. El lunes suspendieron la actividad por la tarde, el martes no hubo clases durante todo el día y ayer la suspensión fue para el turno tarde.
Ayer, el día escolar comenzó normal, a pesar que las ráfagas de viento empezaron a soplar con fuerza en la madrugada. Pero recién cerca del mediodía, desde el Ministerio de Educación decidieron suspender las clases del turno tarde, porque había alerta meteorológica. Y como ya se había suspendido la actividad, por el Zonda, ayer los papás estuvieron atentos durante toda la mañana. Es por eso que no fueron muchos los que llevaron a sus hijos a la escuela por la tarde. Es que rápidamente la noticia se esparció por los medios de comunicación y por las redes sociales. Fueron los menos los que se enteraron de la decisión al llegar a los establecimientos. Esto es lo que pudo corroborar DIARIO DE CUYO en las escuelas Sarmiento, Laprida, Antonio Torres y Paula Albarracín de Sarmiento.
Cecilia Navarro fue una de las mamás que no se enteró de la noticia, porque no tiene televisión y llevó a su hijo a la escuela. “Ahora no sé que hacer con Thiago, me lo voy a llevar al trabajo pero él se aburre”, dijo Cecilia, que se mostró sorprendida por la información.
Algo similar le sucedió a Mónica Quiroga, que llevó a su hijo Joaquín a la escuela Paula Albarracín de Sarmiento, pero se enteró de la suspensión de la actividad escolar. “Me vine con Joaquín y mis dos hijos e improvisé un picnic aprovechando la suspensión de clases”, expresó Mónica.
“Yo no vi a ningún niño, a sus papás, que hayan venido hasta acá. Directamente ni aportaron por la escuela”, dijo Margarita Castro, docente de la escuela Laprida. Además, Paula Quiroga, administrativa de la escuela Antonio Torres, dijo que “la mayoría de los padres deciden no mandarlos por temor a que sus hijos corran algún peligro de lastimarse con la caída de alguna rama o de enfermarse por el cambio de temperatura”.
Otra de las postales que se observó ayer en las escuelas céntricas de la provincia fue que a la hora de salida del turno mañana, los chicos se fueron rápidamente a sus casas. Algo que no sucede normalmente, en el caso de los alumnos secundarios, que en general se quedan más tiempo en las plazas o caminando por el centro. A esa hora, las ráfagas de viento alcanzaron los 40 km/h.