El cardenal Mario Poli presidió ayer en la Catedral de Buenos Aires una misa por el inicio de las causas de beatificación del Negro Manuel y el sacerdote Jorge María Salvaire, considerados los dos grandes ‘apóstoles‘ y ‘servidores‘ de la Virgen de Luján, patrona de los argentinos.

Poli, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, anunció en la misa de ayer por la mañana en la catedral porteña el inicio formal de los procesos de canonización (santificación) de los ‘dos grandes apóstoles de la Virgen de Luján‘, durante el Año jubilar de la Misericordia, proclamado por el papa Francisco para el año en curso.

Durante la misa, el prelado leyó el mensaje escrito por el arzobispo de Luján monseñor Agustín Radrizzani, que además debía ser leído en todas las iglesias durante las misas del sábado, de ayer y de hoy.

Los restos del Negro Manuel (fallecido en 1686) descansan detrás del altar mayor de la capilla colonial de Montalvo, y los del padre Jorge María Salvaire (1847-1899) descansan en la basílica ‘cuya construcción promovió‘, señalaron fuentes de la iglesia.

El ‘Negro Manuel‘, que llegó de Angola como esclavo, fue testigo en el siglo XVII del milagro de la carreta y el primer custodio de la imagen de la Virgen de Luján, mientras que el religioso vicentino fue el promotor de esta devoción mariana y quien inició la construcción de la basílica. ‘Estos dos hermanos en la fe son hombres de verdaderas entrañas de misericordia‘, destacó Poli. Télam y DyN