En sólo 27 días, la confitería del Parque Ischigualasto fue reparada para que quedara como nueva. Como frutilla del postre, después de realizar todas las obras, que incluyeron refacciones en los baños, la cocina y el espacio en el que están distribuidas las mesas, se colocó una réplica del esqueleto de un dinosaurio, que fue especialmente iluminada para dar un toque especial al espacio. En estas condiciones se recibe a todos los turistas que recorren el Valle de la Luna en las vacaciones de invierno.

“Después de que se desalojó a quienes estaban en la confitería, el 5 de junio pasado, se inició las obras de refacción en el lugar, que fue reinaugurado el 2 de julio, para el inicio de las vacaciones de invierno”, dijo el encargado del parque, Silvio Atencio.

Según el funcionario las obras, que estuvieron a cargo del Ministerio de Infraestructura y de las que él desconoce el monto de inversión, incluyeron la colocación de todos los artefactos de los baños. “Los baños estaban vacíos. Por eso, hubo que poner desde los inodoros hasta las bachas y los espejos. Además se cambió los azulejos y los pisos y se reparó las cañerías”, detalló el funcionario.

Mientras que, en la cocina cambiaron las alacenas, las mesadas, colocaron un termotanque y los azulejos de las paredes. Y en el espacio en el que se recibe a los turistas pulieron los pisos y le hicieron un tratamiento a las paredes, que son de piedra, con ácido y pintura.

Sumado a todo eso, cambiaron los vidrios y repararon toda la instalación eléctrica.

Luego de arreglar la fachada colocaron el dinosaurio y mejoraron los jardines que hay a su alrededor.

“Después de tantos años de pedir que el concesionario anterior dejara la confitería y tras lograr desalojarlo, el espacio quedó en manos del Estado. Ahora, la administración está a cargo de un empresario vallisto”, comentó Atencio.