‘Me dijo que era el único de la escuela al que le falta un brazo y que no quería ir más’, relató con dolor Noemí Sánchez, la mamá de Ismael, el pequeño que perdió su bracito en un terrible accidente con un secarropas. El niño, a casi dos meses del incidente, repetirá el primer grado porque su intento de regreso a clases no fue positivo desde lo psicológico, así que la especialista que lo atiende le aconsejó a su mamá que no lo mande a la escuela en lo que queda del año.

Luego de la rápida evolución física que tuvo Ismael tras el accidente, al mes los médicos sugirieron que podía empezar las clases. Sin embargo su mamá esperó unos días más y recién hace unas semanas lo mandó de vuelta a la escuela Zapata, ubicada a metros de su casa. ‘Al principio fue entusiasmado, pero al rato me mandó a llamar la maestra. Ismael no se sintió bien, no quiso dibujar, todo el tiempo estuvo recostado en el banco y quiso pegarle a unos compañeritos. Conversé con él y ahí me dijo que a nadie más le faltaba un brazo’, relató Noemí.

Al día siguiente asistieron a la psicóloga y ahí sugirió que Ismael no vuelva este año. ‘Es como que recién ahora se está dando cuenta de lo que pasó y está atravesando una etapa de enojo. Además Ismael me pregunta cuándo le van a poner de nuevo el brazo y eso es muy fuerte, porque evidentemente no lo asume. La psicóloga me dijo que todo esto es parte de un proceso y que seguir yendo a la escuela lo iba a afectar más’, expresó la mamá, quien por estos días está a punto de dar a luz a su tercer hijo, que se llamará Pablo Ismael.

El pequeño de 6 años, mientras tanto, volverá a tener una nueva consulta médica para avanzar sobre la posibilidad de tener una prótesis, a la vez que en febrero del año próximo deberá ser operado de un problema renal, en el Hospital Garrahan.

‘Vamos a esperar a que mi bebé esté un poco más grande para que yo pueda cuidar mejor a Ismael. Si la operación se va a hacer en febrero, es posible que Ismael tampoco pueda empezar las clases el año que viene, pero sinceramente por ahora estoy más preocupada en su salud que en la escuela’, confesó Noemí.