Ismael demoró un poco, pero finalmente pudo hacer el gesto del saludo con su nueva mano izquierda. Hace una semana comenzó a usar un brazo ortopédico y aún le cuesta manejarlo, pero igual se las arregla para hacer cosas que antes no podía como alzar a su hermanito de 8 meses. En septiembre del 2014, este nene de 9 Julio perdió su brazo izquierdo tras meterlo dentro de un secarropas en funcionamiento. Luego de tres meses de rehabilitación intensiva recibió una prótesis y no se la quiere quitar ni siquiera para dormir.
No dijo ni una sola palabra, aunque no fue necesario para notar su alegría. Se levantó un poco la manga de la remera para mostrar su nueva mano izquierda, mientras que con la derecha hizo el gesto de “me gusta”. “Creímos que le iba a dar vergüenza, pero no fue así”, dijo la mamá de Ismael Cataldo.
Noemí Sánchez agregó que lo primero que hizo el nene cuando le colocaron la prótesis fue acariciarla. “Al llegar a mi casa, luego de la colocación, Ismael salió a la calle para mostrar su nuevo brazo a los vecinos. Está tan contento que no quiere sacárselo ni para dormir”, agregó la mujer.
Por el momento, con esta prótesis, Ismael no puede tomar cosas, pero sí sostenerlas. Ahora juega con el celular y hasta puede treparse a los árboles. La mamá contó que todavía no va a la escuela con el brazo ortopédico porque quiere aprender a manejarlo antes de mostrárselo a sus compañeritos. En estos días, según contó Noemí, le colocarán un gancho en el extremo de la prótesis que servirá para alzar los cubiertos y toda clase de objetos. Este accesorio será desmontable al igual que la mano para que los intercambie según sus necesidades, según dijo su mamá.
Por su parte Martín Sassul, especialista a cargo del Centro Integral de Rehabilitación, dijo que a partir de ahora comienza una nueva etapa de terapia para Ismael. Agregó que gran parte de la misma se centrará en un entrenamiento para que aprenda a dominar la prótesis. “No será un trabajo sencillo de lograr porque se trata de una prótesis que se maneja con los hombros, por eso necesita de tratamiento intensivo hasta que logre manejarla naturalmente”, agregó el especialista.
El caso de Ismael conmovió a los sanjuaninos. Estuvo mucho tiempo internado en el Hospital Garrahan, en Buenos Aires, para poder estabilizarlo, porque además tiene problemas en el riñón. Tras la tragedia, la gente se solidarizó, incluso el municipio de 9 de Julio le hizo una casa nueva.

