Así mismo el gladiador argentino fue el más efusivo ayer y dirigió los festejos del equipo nacional, reconocido y ovacionado por las 12.500 personas que se acercaron al estadio Mary Terán de Weiss.

El cordobés, comprometido con el objetivo de conquistar alguna vez la Copa Davis, presenció el partido de dobles al lado de la cancha y ni bien se consumó la victoria saltó y se abrazó con Juan Ignacio Chela y Eduardo Schwank, los responsables del éxito de ayer.