"Muchas gracias, yo ya no necesito nada. Tengo mi pensión, me llevan al médico y vienen visitas", decía José Toledo Cabello, de 79 años, contento y agradecido porque ayer fue a cobrar por primera vez su pensión no contributiva.
Con su camisa, sus pantalones y sus zapatos nuevos, don José salió de la habitación en la que vive, en la localidad albardonera El Rincón, para recibir a este diario. Su casa está en el medio de una finca, al borde del Canal Perón. Y vive solo, en una construcción de adobe armada en un terreno que pertenece a Hidráulica.
El anciano, que toda su vida fue capataz de fincas, come todos los días gracias a los alimentos que le acercan los vecinos de los terrenos aledaños. Pero eso cambiará, ya que don José recibió el miércoles pasado una de las 1.336 pensiones no contributivas entregadas por el Ministerio de Desarrollo de la Nación y el Gobierno de San Juan, a ex beneficiarios de pensiones a la Vejez e Invalidez y a madres de 7 hijos o más. Así, con la ayuda de la Secretaría de Acción Social de la Municipalidad de Angaco, don José podrá gastar su dinero en las cosas que necesita, como ropa y alimentos, y tener obra social. Por eso está tan contento y agradecido que ayer, cuando fue a cobrar por primera vez los 580 pesos de la pensión, armó un ramo de flores de su propio fondo y se lo entregó a Cristina López, la intendenta del departamento.