No sólo hubo aplausos para el director de El secreto de sus ojos tras haber ganado el Oscar a Mejor Película Extranjera en febrero pasado. De hecho, a poco más de un mes de ese momento histórico y a punto de estrenar en Estados Unidos -cosa que sucederá hoy, en puntos como Nueva York, Los Angeles, Boston y Washington DC, de la mano de Sony Pictures Classics- Juan José Campanella asegura ser víctima de la envidia, que circula en formato de críticas implacables en la web, pero que también percibe en compañeros de profesión.
“Eso molesta, porque los blogs pueden ser de una crueldad que no tiene límite, tremenda. Y, después, también algunos colegas… pero eso, por suerte, muy poquitos. Los críticos de antes han recrudecido… ya (la envidia) les cae como baba”, afirmó el realizador de 50 años, quien regresó a Los Ángeles para promocionar el desembarco del film en al menos 50 ciudades del país del norte, una proyección interesante que -una de cal, una de arena- también le deparó el galardón.
Es que según explicó el director, originalmente la cinta iba a ser proyectada solamente en 12 localidades pero gracias al Oscar la distribución se multiplicó. Sin embargo, Campanella no ocultó su frustración por el hecho de que no llegará a las grandes salas. “Me desentusiasma cuando una película va al circuito de cine arte”, acotó el realizador, que estimó que el estudio entendería como un éxito si la producción argentina recauda 1 millón de dólares en EE.UU.
En medio de planes para hacer un film animado en 3D, Campanella declaró que todavía tiene frescas las emociones provocadas por el triunfo. “Lo de Argentina fue bastante fuerte, nunca me había pasado. Me sentía como si fuera Paul McCartney caminando por la calle”, bromeó, aunque matizó que no hubo “triunfalismos”.
“Creo que nadie percibe esto como que de repente somos todos genios o que el cine argentino se va a ver en todo el mundo”, explicó el director.
