Juancito Brizuela, el niño sanjuanino que en marzo pasado recibió un trasplante de corazón tras vivir un año conectado a un órgano artificial, sigue en franca evolución en Buenos Aires. “Estoy perfecto. Ya juego en la plaza con mis amigos Juampi, Leandro y Guadalupe”, contó ayer Juan vía telefónica. El niño se somete a controles diarios en el hospital Garrahan y permanecerá en la capital del país junto a su madre hasta conseguir el alta médica. Su padre y tres hermanos ahora están en San Juan, luego de una visita que le hicieron la semana pasada.