Buenos Aires, 21 de septiembre.-El chileno Sergio Galvarino Apablaza Guerra seguirá en libertad mientras el Gobierno nacional resuelve si lo extradita a Chile o lo acoge como refugiado político, pero tendrá prohibido salir del país y deberá presentarse todas las semanas a la Justicia.
Así lo resolvió hoy el juez federal Claudio Bonadio, que citó en su despacho y notificó al ex jefe del grupo guerrillero Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), acusado por la Justicia chilena del homicidio del senador derechista Jaime Guzmán y del secuestro del hijo del diario El Mercurio.
Ambos hechos se produjeron en 1991, más de un año después del fin de la dictadura del general Augusto Pinochet -que duró 17 años- y las elecciones democráticas de marzo de 1990 en que la centroizquierdista Concertación ganara las elecciones e iniciara la transición democrática en el país vecino.
Esta mañana el canciller Héctor Timerman consideró que el pedido de extradición por parte de Chile de Apablaza ‘es un tema que requiere de cierta serenidad para ser analizado‘ porque ‘las relaciones en estos momentos son excelentes, hay una relación muy buena con el presidente (Sebastián) Piñera y un diálogo constante con Chile‘.
En diálogo con radio Continental desde Nueva York, Timerman cuestionó que algunos medios de comunicación hayan puesto en duda que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner iba a ser recibida por su par chileno en los festejos del Bicentenario del país trasandino, a raíz del conflicto con el ex integrante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
‘Esa reunión ya se había acordado. Me parece que el deseo de los diarios Clarín y La Nación es el de dañar y perjudicar las relaciones entre Chile y Argentina‘, comentó Timerman. Luego, profundizó principalmente sus criticas al diario La Nación, al sostener que lo que ‘busca es entorpecer, enturbiar y perturbar las relaciones con Chile‘.
En su embestida contra los dos matutinos añadió: ‘No creo que Clarín y la Nación estén contribuyendo a esa serenidad, más bien están tratando de armar escándalo donde no los hay‘.
Fernández de Kirchner y Piñera conversaron el sábado último en Santiago sobre el pedido de extradición de Apablaza, acusado del homicidio del senador Jaime Guzmán y del secuestro del empresario periodístico Christian Edwards en 1991, en el período democrático.
La Corte Suprema autorizó la semana pasada su extradición a Chile por entender que los crímenes de los que se lo acusa ‘son ajenos a la tradicional noción de delito político‘, aunque resguardó la atribución del Ejecutivo de concederle la categoría de refugiado político.
El Comité de Elegibilidad para Refugiados (Cepare), que depende del Ministerio del Interior, tiene en análisis este tema desde 2004 por pedido de Apablaza Guerra.
