Los pilotos buscan aprovechar cada minuto para descansar y juntar fuerzas porque saben que serán dos semanas de escaso sueño. Con el objetivo de despejar tensiones y descansar, el fueguino Lucas Bonetto, cuarto en la pasada edición en quads, dijo que se tomó vacaciones en todo diciembre. ‘Para celebrar año nuevo me limité a brindar con agua con los amigos y me acosté a las doce y media‘, sostuvo. Otros, como el motociclista francés Olivier Pain, un experimentado en el Dakar, consideró fundamental ‘adaptarse al huso horario y a las altas temperaturas‘, sobre todo los pilotos que vienen del invierno en el viejo continente. El Village estará abierto hasta el sábado próximo por la noche.
La dama de 2 ruedas. La española Laia Sanz afrontará su cuarto Dakar consecutivo, esta vez con una Honda con el #50, y pretende ubicarse en el top 25. “Estoy feliz porque tengo una moto estupenda, mejor que las que he tenido en el pasado. Lo único que lamento es no haber tenido más tiempo para prepararme específicamente para la carrera”, señaló.