La imagen de la Hostería de Rivadavia no es la misma que hace dos meses. Las mesas con manteles de cuadrillé y sillas tapizadas tanto dentro como fuera del edificio fueron reemplazadas por vidrios rotos, cajas de vinos vacías y restos de comida en descomposición que dejaron los vándalos que la usaron hasta como hotel alojamiento. Y que obligó a que la Policía lo custodie las 24 horas del día para evitar que los delincuentes arrasen con todo. Los actos de vandalismo comenzaron a registrarse a dos semanas de que la hostería dejara de funcionar, luego de que el municipio de Rivadavia decidiera desalojar, por falta de pago, a quien tenía la concesión del lugar.

Ni siquiera las puertas sirven para mantener el lugar seguro. A todas les robaron los picaportes y es imposible cerrarlas con llave. Por ese motivo, el interior del edificio fue usado como sanitario, tanto por los vándalos como por los perros vagabundos que han hecho de la hostería su refugio.

Los delincuentes también se llevaron los cables de la instalación eléctrica y hasta los focos tanto del interior como del exterior, además de parte de la grifería. Pero estos destrozos no fueron el único motivo por el que el municipio decidió contratar una guardia policial permanente.

"La decisión la tomamos después de que una persona de escasos recursos quiso usurpar la hostería y quedarse a vivir en ella -contó el intendente Elías Alvarez-. También lo hicimos para evitar que el lugar se transforme en un aguantadero. Es lamentable que la gente se haya ensañado con este edificio. Que por ahora esté sin funcionar no quiere decir que no vuelva a hacerlo, incluso mejor que antes".

Alvarez dijo que ya está en la búsqueda de un nuevo concesionario para que se haga cargo de la refacción y de la reapertura de la hostería. Sostuvo que ya están listos los pliegos y que antes de que finalice este mes llamará a una licitación. Adelantó que también se quiere recuperar el balneario que está al lado de este edificio y que, por lo tanto, ambas instalaciones formarán un combo licitatorio.

En diciembre del año pasado el municipio de Rivadavia decidió no renovarle el contrato al entonces concesionario de la hostería porque, según datos oficiales, adeudaba unos 100.000 pesos de alquiler.