Emplazada en la esquina de Avenida Libertador y Las Heras y con la particularidad de haber sido construida como hotel, clausurada, recuperada y luego reinaugurada como edificio público, la Legislatura Provincial se prepara para sorprender a los sanjuaninos con un jardín de cactáceas en el frente que mira a calle Libertador. El espacio, que quiere recrear el ambiente en el que crece la flora autóctona sanjuanina, fue pensado como una forma de ofrecer a la gente una vista de las especies que crecen de manera natural en la provincia, teniendo en cuenta que la apertura del Museo de Bellas Artes implicará una gran afluencia de público en ese sector. A la par, una serie de paneles solares instalados a gran altura, servirán para alimentar las luces de led que iluminarán cada especie, simbolizando dos de los elementos presentes en el desierto sanjuanino: los cactus y el Sol.

La idea comenzó a tomar forma a principios de este año, luego de que Naciones Unidas declarara 2011 como el Año Internacional de los Bosques Nativos. Fue el propio vicegobernador Rubén Uñac (presidente de la Cámara de Diputados) quien impulsó la iniciativa, encargando al personal de la Legislatura el diseño de un sector para hacer conocer las especies propias de la provincia y difundir su cuidado y preservación. Así surgió la idea de crear un jardín de cactáceas, con pencas azules, cardones vallistos, asientos de suegra y otros cactus propios de la geografía local, que no siempre son conocidos ya que crecen en zonas de difícil acceso para las personas. Una serie de luces de led ubicadas para dar una iluminación localizada a cada planta, aprovecha la energía del sol para que el jardín sea apreciado tanto de día como de noche.

Pero crear un jardín de cactáceas en un lugar donde hasta ahora sólo se sembraron flores y césped no fue tarea sencilla. Como el cactus es una especie que no necesita agua y que crece en el desierto, hubo que recrear ese ambiente natural. Para ello, se realizó una fosa de mucha profundidad y se reemplazó el suelo existente, utilizando piedras traídas de los cerros y colocando drenes para quitar la humedad al terreno. Luego, se acomodaron los distintos cactus, aprovechando el desnivel natural para crear canteros en terraza, a semejanza de la cuesta que presentan las montañas y cerros locales. Para realizar esta tarea, el personal de la Legislatura trabajó codo a codo con el de la Secretaría de Medio Ambiente, que asesoró en el diseño del jardín, el cuidado de los cactus, su traslado y emplazamiento.

Un cardón vallisto de casi 6 metros de altura ocupa el centro del jardín, rodeado por otros de menor tamaño, mientras que en una de las esquinas sorprende la oreja de elefante, con su particular fisonomía. Todas las plantas fueron donadas por particulares y algunas tienen más de 30 años de edad, mientras que las más jóvenes fueron adquiridas en viveros oficiales habilitados.

Prolongando la línea visual, en la misma vereda del nuevo jardín se halla la entrada a la biblioteca Sarmiento Legislador, de reciente apertura. Junto con el jardín de cactáceas, dará un marco estético y cultural más que apropiado a una esquina que promete en convertirse en una de las más vistas de la ciudad.