No existe lugar en el país más atractivo y en que los poderosos magnates extranjeros posen sus ojos como la Patagonia. Allí es donde se concentran en pocas manos grandes extensiones de territorio con recursos naturales importantísimos y que serán claves para las próximas décadas, principalmente el agua. El caso paradigmático es el de la familia de Luciano Benetton, quienes son los mayores propietarios de tierras del país, con más de 900 mil hectáreas de tierras a su nombre. Los sucesivos gobiernos, desde la campaña del desierto de Juan Manuel de Rosas hasta la actualidad, han sido complacientes y en muchos casos hicieron la vista gorda, cuando extranjeros se adueñaron de tierras que eran propiedad de aborígenes.