Sobre mantas o directamente sentados o recostados sobre el pastito. Con canastas armadas con mate, gaseosas y sanguchitos. Así, familias enteras se ubicaron sobre la joroba de la Plaza Hipólito Yrigoyen para disfrutar el espectáculo musical
“Del tango al rock”, que se realizó anochecomo cierre de la V Fiesta de la Educación, de Capital. Ellos, los niños que jugaron en los columpios, los que eligieron el fútbol y hasta un grupo que aprovechó para bailar breakdance volvieron a darle vida a ese espacio verde que inauguró sus refacciones hace menos de 10 días.
Pasadas las 20, la encargada de reinaugurar el tradicional escenario montado sobre la fuente, que en otras épocas fue marco de innumerables recitales, fue la tanguera Rosita Pacheco. Ella hizo aplaudir al público al son del tango, para luego para darle la posta a su colega, el cantante Claudio Rojas.
Mientras tanto, los chicos hacían fila para subir a los columpios y un grupo de jóvenes bailaba con la cabeza en el piso al ritmo de la marcha, que salía de un parlante que habían instalado detrás de la
nueva fuente de la plaza, en la que colocaron el monumento que homenajea a los fallecidos en el terremoto de 1944.
Ya cuando los sanguchitos comenzaban a asomar para calmar el hambre por la hora de la cena, el ballet San Juan Nuestro Tiempo le puso color al espectáculo.
Mientras tanto, la Luna brillante y el clima templado permitían que las camperas siguieran quedando de lado.
Ya al cierre de esta edición, el rock comenzaba a sonar sobre el escenario, de la mano de 3 bandas integradas por jóvenes músicos. La despedida iba a quedar a cargo de los Cheroga.

