La Red Tulum debutó entre el caos en la gente y mucha ayuda de los choferes
Ayer fue un día clave para la provincia, que inauguró un cambio histórico.
Ayer fue un día clave para la provincia, que inauguró un cambio histórico.
Personas corriendo de una esquina a otra, gente que se chocaba al caminar mientras miraba la aplicación en el celular, personas paradas en los bulevares tratando de ver a lo lejos los colores de los colectivos, adultos mayores leyendo carteles que tenían una letra pequeña y los micros que paraban en todas las esquinas céntricas fueron parte de las postales que más se repitieron ayer, durante el debut de la Red Tulum, en un cambio histórico en el transporte sanjuanino.
En medio de incontables quejas de los usuarios, comenzó a funcionar el nuevo sistema de transporte público de pasajeros, que mostró tanto la desesperación de los pasajeros como la paciencia de los choferes, que trataron de ayudar a que la gente se sintiera menos desorientada, ya que la nueva forma del transporte implica cambios profundos.
Por eso el día D para el servicio de colectivos en San Juan fue vivido de manera tan intensa.
Las esquinas del centro sanjuanino se llenaron de personas que buscaban el micro correcto para llegar a su destino y en esos lugares la solidaridad de los choferes y de los demás pasajeros fue lo más loable de la jornada.
"Es muy loco lo que pasa. Es como si repentinamente salimos a una ciudad desconocida para todos", dijo Lautaro Guzmán, un joven de 22 años que resumió en pocas palabras lo que se veía en la calle.
Es que en las veredas del microcentro, con sólo mirar la cara de la gente se podía descubrir quién buscaba un colectivo y quién no. Y ese gesto de desorientación hizo que los usuarios buscaran cómplices, ayuda o contención en otros que tenían la misma mirada. Fue como si la gente pidiera con sus ojos respuestas en personas desconocidas, que estaban igual o más perdidos que ellos.
"La verdad que es un caos esto. No entendemos nada, los chicos jóvenes pueden usar la aplicación para celulares, pero nosotros no y los carteles que ponen no se pueden ni leer por el tamaño de la letra", dijo Filomena López, una señora de 70 años que tuvo que esperar a que terminaran de colgar un cartel para intentar "descifrar" cómo ir a la casa de su hijo, en Rawson.
En este contexto de desconcierto y poca información en la gente, los más consultados fueron los choferes, quienes en algunas paradas tuvieron que pedirle a la gente que les hablaran de a uno porque no podían responder todas las preguntas.
"No sé", fue quizás la frase más repetida por los conductores de los colectivos, quienes amablemente se detuvieron hasta en lugares donde no había paradas para tratar de ayudar a las personas. A esa frase la siguieron "pregunte en algún colectivo con color amarillo" o "creo que los colectivos verde van para ese departamento". Es que, según dijeron algunos, ellos también estaban bastantes perdidos con el nuevo sistema. Y si bien muchos no pudieron ayudar a las personas, hubo otros que recomendaron qué colectivo tomar o dónde buscar la parada más cercana.
EN LOS BARRIOS, COMO BICHOS RAROS
En el centro sanjuanino el debut de la Red Tulum dejó incontable cantidad de postales. Pero esas no fueron las únicas: arriba de los colectivos y en las zonas más alejadas del centro hubo situaciones que también hicieron que se notara que el día era extraordinario.
Dentro de los barrios, los colectivos fueron como los bichos raros de la jornada. Es que a su paso, como si se tratara de algo sacado de otro mundo, fueron los que se robaron las miradas de miles de personas. Y como si abrieran camino en un lugar donde nunca antes hubo colectivos, las nuevas líneas hicieron que en algunos sitios el tiempo se detuviera y las personas admiraran su paso y hasta trataran de guardar en la memoria el color y el número de ese micro que pasaba. "Vi un micro que pasa por la esquina de mi casa y me llamó la atención", dijo Susana Carmona, de Rivadavia, mientras que un grupo de personas que esperaba ser atendido en una verdulería, en las inmediaciones de Comandante Cabot y Bahía Blanca, en Rawson, se volteó de manera coordinada para ver el paso de un colectivo. Además de las miradas, en los barrios hubo muchas personas que pararon los colectivos para hacer consultas. "No voy a viajar, pero quiero saber cada cuánto tiempo pasa", "¿los días de semana a qué hora pasa el primer micro?" y "¿este es el que va para el centro?", fueron algunas de las preguntas que les hicieron a los choferes durante el primer día, que dejó a algunos pocos conformes y a muchos, llenos de interrogantes.