Intactos. En La Rinconada todavía hay antiquísimos caserones que conservan hasta las rejas originales. Se mezclan con las construcciones más modernas del poblado pocitano.

Está a poco más de 25 minutos del centro sanjuanino. Cuando se ingresa al pueblo, da la sensación, por momentos, de haber retrocedido más de 100 años. Las cunetas de tierra, los caserones de adobes, las arboledas y las grandes extensiones de tierra cultivada son las postales que impactan apenas se llega a La Rinconada, que está en Pocito. Sin embargo, lo que más impacta de este distrito no es su geografía. En La Rinconada se respira historia e ideales tan férreos que los pobladores son capaces resistirse a todo aquello que implique afectar el lugar. Conservadores, guardan sus tradiciones como un tesoro.

En La Rinconada ocurrieron dos de las más sangrietas batallas que vivió San Juan en el siglo XIX. Allí mataron a dos gobernadores: Antonino Aberastain, en 1861, y a Amable Jones, en 1921. Al primero se lo recuerda con un monumento que acaban de inaugurar. Para el segundo no hay recordatorio. Pero su asesinato todavía está en el relato vívido de los pobladores más antiguos y de las historias que van de boca en boca. Lo que está señalizado es el lugar que fue campo de batalla.

"La Rinconada de Pocito no debe su nombre a una característica geográfica tal como pasa con sitios de otros puntos del país que tienen el mismo nombre. Acá, la denominación surgió por los hechos históricos. Primero arrinconaron a Aberastain, luego a Jones", cuenta Osvaldo Balo, un pocitano enamorado de su departamento y obsesionado por preservar y difundir su historia.

El corazón de La Rinconada está en Calle 14 y Aberastain, donde conviven casas centenarias, negocios tradicionales, locales nuevos y hasta un imponente country. Por estos días, el tránsito por el lugar se hace difícil por la obra de las cloacas.

Dentro de La Rinconada está la zona llamada El Abanico. Este nombre responde a que en el lugar hay calles que, por su modo de intersección, forman un abanico. Entrar allí es también trasladarse en el tiempo. Es donde más casas centenarias hay y la paz parece no alterarse con nada.

"Los historiadores dicen que donde fue la batalla quedaron más de 400 cadáveres. Fue en pleno enero y dicen que los soldados caminaban sin calzado", cuenta Balo. En ese lugar hay una especie de monumento que recuerda lo sucedido. Hace unos años, en ese descampado, realizaron una representación de la batalla. Fue entonces, tras el enfrentamiento, cuando se ejecutó Antonino Aberastain. Esta fue una de las tantas actividades que realizaron los lugareños para rescatar su historia.

Por Calle Aberastain, a pocos metros de donde está la escuela Rudercindo Rojo, casi 6 décadas después, asesinaron a otro gobernador sanjuanino: Amable Jones. Para los rincodinos, esta es la historia más latente por la cercanía en el tiempo. Al respecto, los relatos son innumerables y los vecinos que vivían en esa zona en la década del "20, tiene algo para aportar. "Mi padre vivía un poco más allá de donde asesinaron a Jones. Cuando se enteraron se vino con mi tío en carreta para ver qué había pasado", dice Pedro Zapata, que vive por Calle 14 casi Aberastain.

Hoy, entre la villa cabecera del departamento y La Rinconada, prácticamente no hay espacios sin habitar. Si se circula por calle Aberastain hacia el Sur, el ingreso a la localidad es casi imperceptible, a más no ser por los negocios que llevan su nombre, en las zonas aledañas a la Calle 14. En está tradicional esquina todavía está el cartel del almacén Sastrique. Sin embargo, las diferencias entre ambos sectores habitacionales son bien marcados por los lugareños. "Siempre hubo como una rivalidad entre quienes vivían en El Rincón y los de la villa. Mi esposa es de allí y no fue una tarea fácil traerla. Había que ser muy valiente para llegar hasta la villa, siendo de La Rinconada y querer traerse una novia", contó Raúl Gil.

La Rinconada está a 18 kilómetros de la ciudad sanjuanina. A la par del departamento, en la última década su población creció considerablemente. No sólo por los foráneos que escogieron la tranquilidad pocitana para vivir sino por los que también se animaron a construir casas de fin de semana.

Ubicación

18 Es la cantidad de kilómetros que separan a la ciudad de San Juan de La Rinconada. Esta localidad se encuentra al pie de las Sierra Chica de Zonda.
 

Lugar privilegiado
 

El paisaje de La Rinconada es impactante. Los cerros que bordean el pueblo resaltan entre el verde de las extensas plantaciones. El lugar es eminentemente agrícola y hay plantaciones de hortalizas, entre otras cosas. El pueblo cuida su lugar. Tanto así que años atrás hubo un intento de instalar una fábrica de cemento y la gente lo impidió. Movilizaciones, reclamos y tractorazos sirvieron para detener la instalación de esta empresa, que ellos consideraban como contaminadora del ambiente. Todavía hay carteles de la protesta.