A finales del año pasado, una imagen pequeña y con base de madera de la Virgen de Fátima fue parte de los cientos de elementos que llegaron a la habitación aledaña a aquella del Hospital Rawson en la que estaba internado el gobernador Gioja, tras la caída del helicóptero, para darle fuerzas y rogar por su recuperación. Desde ayer, esa misma imagen está en la gruta del barrio Leopoldo Bravo, de Chimbas, brindando protección a los vecinos en reemplazo de la que fue destruida por vándalos, el lunes pasado. Sin embargo, esa Virgen itinerante no quedará en ese lugar, dado que están esperando que llegue una imagen más grande que pidieron a Buenos Aires para que ocupe ese lugar.

“La Virgen de Fátima que colocamos en la gruta para reemplazar a la que rompieron tiene una historia muy interesante. Nosotros se la entregamos a la familia del Gobernador cuando él estaba internado y formó parte de esa especie de santuario que se construyó en el Hospital con todas las cosas que entregaba la gente”, contó Carlos Gómez, presidente de la Agrupación Virgen de Fátima, entidad que es dueña de esa imagen. Y agregó que “cuando el Gobernador dejó el hospital nos devolvieron la imagen y quedó guardada en una caja. Ahora, al enterarnos de lo que sucedió en la gruta del barrio, la buscamos y decidimos que se quede custodiando a los vecinos hasta que llegue la Virgen grande que encargamos para el barrio”.

La simbólica imagen fue entronizada ayer, entre aplausos, por un grupo de vecinos y miembros de la agrupación. Antes de eso, la Virgen fue bendecida por el párroco de Nuestra Señora de Andacollo, con dos pedidos especiales de quienes viven en el barrio: uno, que los proteja de la inseguridad y otro, que ayude a la Selección argentina en el partido en el que luchará por la Copa del Mundo.

La imagen original, que había sido colocada en la gruta hace 24 años, fue atacada durante la madrugada del lunes pasado. Los vándalos la decapitaron y destrozaron su cuerpo. Esa fue la cuarta vez que profanaron la Virgen, en las anteriores habían podido restaurarla.

Antes de colocar la imagen nueva, la Agrupación Virgen de Fátima se encargó de reparar el altar de la gruta, cuya pared frontal estaba en el suelo, y la reja de la gruta, que había sido forzada durante el acto de vandalismo.

Ahora, se espera que la nueva estampa de la Virgen permanezca en la gruta por lo menos hasta la semana que viene, cuando llegue la nueva. El nuevo reemplazo se hará porque la Virgen que colocaron es muy pequeña, mide menos de 50 cm de alto, y la que quedará definitivamente tiene cerca de 1,20 metros de altura.