Raquel tenía el profundo deseo de ser mamá, pero luego de varios intentos no logró cumplir el sueño que tenía junto a su marido Marcelo. Lo que nunca se imaginó esta mujer de 41 años, fue que se iba a convertir en una madre de la adversidad. Primero falleció su mamá, el 20 de junio del 2010. Tres días después murió su hermana María Del Carmen. Su muerte fue repentina, tras sufrir una enfermedad terminal. En ese contexto de sufrimiento es que Raquel, sin saberlo, se convirtió en mamá de 5 chicos. "Mientras estábamos velando a mi hermana, mi marido Marcelo me dijo que nos íbamos a hacer cargo de los hijos de María Del Carmen. En ese momento me pareció una locura porque a nosotros no nos sobraba nada, pero en poco tiempo me di cuenta que fue la mejor decisión que tomó mi esposo", relató Raquel mientras se tomó un recreo de su trabajo como empleada doméstica.
Desde ese día, Jésica (18), Brian (15), Elisa (10), Emanuel (9) y David (4) junto a Raquel y Marcelo, formaron una nueva familia que se creó en el momento más adverso que vivieron los Sarmiento. "Al principio nos costó mucho porque los chicos estaban muy tristes por la pérdida de su mamá. Ellos eran muy cercanos a ella y mucho más cuando se enfermó. Y yo además, estaba adolorida porque había perdido una hermana y una madre, y con todo esto la casa tenía una energía muy sombría. Pero un día vino mi esposo Marcelo y nos juntó a todos y nos dijo que sabía que estábamos muy dolidos, pero que era hora de salir adelante como familia. Desde ese momento todo cambió y los chicos y yo comenzamos a colaborar para que todo saliera adelante de la mejor manera posible, sabiendo que teníamos muchas fallas pero intentando mejorar", contó la mujer.
Pero curiosamente Raquel afirmó que, más allá de que económicamente no les sobra nada, lo más gratificante de criar a sus sobrinos. Es que "ellos, todo el tiempo nos agradecen con distintos gestos el esfuerzo que hacemos nosotros día a día. Pero lo más lindo es que los más grandes trabajan para poder comprarle a sus hermanos más chicos, algunas cosas que nosotros no podemos costear", concluyó la mamá.

