El 19 de abril pasado, una máquina dio la primera estocada contra los muros del viejo edificio en el que funcionaba Maternidad. Un grupo de personas se reunió para contemplarlo y entre el público resaltó el sentimiento de emoción, debido a la importancia que tuvo ese edificio que vio nacer a tantos sanjuaninos. Los que más sintieron el golpe fueron los médicos y enfermeros más antiguos. Y hasta hubo uno de los obreros encargados de demoler el lugar que había nacido en ese edificio, al igual que sus hermanos. En menos de 45 minutos, y con el trabajo de una sola máquina, el ala Este de la estructura quedó en el suelo. Es que las paredes se derrumbaron casi en cadena y con un solo golpe de la pala. El fundamento: el 70% de esta obra no era sismorresistente, y los muros acumulaban la humedad generada por pérdidas de agua de surtidores y baños, durante años. Mientras se desarrolló la tarea no fue necesario cortar la calle, pero sí se usó mangueras con las que tiraron agua para evitar que saliera demasiado polvo con la caída de los muros. Así se evitó ocasionar problemas para que el resto del hospital trabajara normalmente.
