Por quinto año consecutivo San Juan consigue coronar un campeón, con la salvedad que en el 2009 Pablo Brum fue descalificado porque su análisis antidoping dio +no negativo+. En todos los casos, las victorias se apoyaron en la ejecución de un plan muy bien pensado y elaborado con la rigidez táctica que prima la victoria de la camiseta sobre los nombres. En 2008 Gerardo Fernández ganó en Córdoba atacando luego que el pelotón había neutralizado una tempranera fuga en la que uno de los protagonistas era Oscar Villalobo. En 2009 Brum lanzó una estocada larga y se trajo a Facundo Bazzi (luego declarado campeón), detrás Escuela y Gerardo Fernández encabezaron la llegada del pelotón. En 2010, después de varios ataques, Jorge Pí y Pedro González quedaron arriba con Leandro Messineo. El pocitano gritó campeón y el albardonero fue tercero. El año pasado en Rosario, Emanuel Saldaño y Luciano Montivero, hicieron el 1-2, luego de contraatacar cuando el pelotón había conectado a una escapada con varios sanjuaninos incluidos. Con tantos buenos resultados, lo de ayer no sería distinto. En cada ataque debía haber un sprinter y un rodador. Y si eran más ciclistas mejor. Dotti y Díaz pegaron primero. Escuela y González llegaron después, entre los cuatro, apoyados por la disciplina táctica del resto que debió reprimir sus expectativas de triunfo en su tierra, se logró coronar otra jornada histórica para el ciclismo sanjuanino. Ayer le tocó a Dotti, el año próximo tal vez a Escuela, Zamora o cualquier otro. Lo cierto es que contando con el plantel más grande y rico de corredores no pelear el título, al menos, sería un sacrilegio que no tendría perdón alguno en la consideración del entusiasta aficionado sanjuanino.
