La revinición del terreno que ocupa la cancha es más que un dolor de cabeza para todos los dirigentes de Sarmiento. Por muchos años el campo de juego del Decano lució su verde césped y hasta llegó a ser el único del departamento que tenía ese privilegio, pero con el correr de los años la situación se dio vuelta y ahora todas las instituciones tienen pasto, excepto el Albiceleste, que sólo puede exhibir el salitre. Además, hay un túnel que conecta con los vestuarios, pero es utilizado como reservorio de agua debido a las intensas crecidas que bajan por la calle Uruguay.