Bajo un algarrobo que hoy está bajo las aguas del dique de Ullum se hacían las misas en honor a Nuestra Señora de Andacollo, hace 112 años y con una imagen que Pedro Tejada trajo desde Chile. Esa imagen hoy está en un altar sobre calle Valentín Ruiz y en un templo que forma parte de una vivienda. Y para los ulluneros es simplemente la capilla de los Tejada, punto de encuentro para las patronales de enero y un sitio histórico del departamento.

Pedro, casado con Silveria Rivero, arrancó con la devoción de Andacollo en sus campos, con las novenas bajo aquel algarrobo. Luego siguieron en una gruta que hicieron sobre el cerro, en Las Lomas de Puente Cinco, donde Tejada tenía una pulpería llamada Las Tres Picos de Amor, por sus tres hijas.

Hacia 1940, Tejada se mudó a un terreno cerca de lo que es hoy la Municipalidad y a la par de su casa, mandó a hacer una pieza para convertirla en oratorio. Pese a algunos cambios obligados por mantenimiento, la capilla se mantiene en la entrada de la casa, como si fuera un garaje o cualquier apéndice de una vivienda tradicional.

La pared que sostiene el altar da a una habitación y el pasillo lateral termina en la puerta principal de la familia. El templo es de adobe y con techo a dos aguas, de palos y cañizos. En tanto, como fue pionera en Ullum, allí se celebraban misas, se hacían comuniones y hasta casamientos.

"Pedro murió y uno de sus hijos, Ernesto, se hizo cargo de la capilla. Ernesto también falleció y el legado lo tomé yo, pero y ya lo empezaron a seguir mis hijos", contó Margarita de Tejada, viuda de Ernesto. "Hay imágenes de vieja data. Una vez vino el padre Cruvellier junto a un especialista y nos dijeron que un San Antonio tallado en madera y una Virgen de Andacollo en yeso, con pelo natural, tienen más de 200 años", contó Hugo Manzanelli, nieto de Pedro y quien más de una vez restauró imágenes en el templo.

Por otro lado, a medio kilómetro de los Tejada, los Montaña también hicieron un oratorio en honor a la Virgen de Andacollo, hacia 1908. Así que durante décadas en el siglo pasado, las patronales arrancaban en lo de Montaña y terminaban en la casa-capilla de los Tejada.

La capilla de los Tejada está sobre Valentín Ruiz, a unos 600 metros de la parroquia de la Virgen de los Dolores, la principal del departamento. Está entre el barrio Colón y el Mercado de Serrano y en el lugar viven unas 15 familias, la mayoría descendientes de Pedro Tejada.