No sólo trascendió por ser una de las casonas céntricas construidas a principios del siglo pasado que logró sobrevivir a los terremotos del ’44 y del ’77, sino también por haber sido protagonista de la historia política de la provincia. Es el edificio que se encuentra en calle Santa Fe, esquina Sarmiento. Perteneció a Juan Maurín, exgobernador de San Juan en la década del ’30, y ayer fue declarada Monumento Histórico y Artístico por la Cámara de Diputados. El proyecto nació del Instituto de Estudios en Arquitectura Ambiental (INEAA), una de las dependencias de la Universidad Nacional del San Juan que funciona actualmente en este edificio.
Corría el año 1933 y Federico Cantoni gobernaba la provincia por segunda vez, pero enfrentado con los sectores conservadores y con algunos importantes dirigentes como Juan Maurín que en ese entonces era presidente de la Liga de Defensa de la Propiedad, de la Industria y del Comercio. Y que se convirtió en uno de los responsables de la revolución sangrienta que terminó con el gobierno de Cantoni.
Vivía en Caucete, donde la familia tenía una bodega, pero quiso mudarse a la ciudad por motivos políticos. Compró la casona de 3 plantas (sótano y 2 pisos superiores) de calle Santa Fe y Sarmiento. Allí no sólo comenzaron a hacer algunas reuniones para derrocar a Cantoni, sino también se escondió parte de las armas que se usarían en la revolución.
En 1934, luego del derrocamiento de Cantoni, Maurín fue electo gobernador de la provincia y su casa se convirtió en el lugar de visita de funcionarios nacionales durante los 4 años que duró su mandato.
Pese a que este edificio no es sismorresistente, según el Inpres, no sufrió ningún tipo de daño. Ni el paso del tiempo logró alterar su estructura original. Sólo en 1957, el edificio perdió una parte lateral de 1,70 metros de ancho. El Gobierno, en el plan de reestructuración pos terremoto, ordenó quitar esta parte para ensanchar la calle Sarmiento.
Juan Maurín, que era pariente político de Sarmiento, falleció en 1953 y la casona quedó en manos de sus hijos quienes en 1979 la vendieron al Conicet. Diez años más tarde, la UNSJ la tomó en comodato y puso dependencias. Una de ellas fue el INEAA que, junto a familiares del exgobernador, inició el trámite para que el edificio sea declarado Monumento Histórico y Artístico Provincial que permitirá su conservación y restauración con fondos de la provincia, siempre tratando de respetar su estructura original.

