El camino de Ferrero dentro del fútbol tuvo un solo momento de preocupación debido a una lesión en su columna. En agosto del 2008, cuando iba a participar de los Juegos Binacionales con la Selección sanjuanina Sub 17, le descubrieron que tenía una desviación en dos vértebras de su columna. El diagnóstico exacto llegó con cuatro meses de demora y tras haber probado con distintos tratamientos. El problema, según analizaron los médicos de Buenos Aires que lo atendieron, tuvo que ver con el stress que cargaba de tantos entrenamientos y partidos a esa edad. "Fue un momento muy duro porque el dolor me hacía, incluso, caminar doblado. Iba del entrenamiento a la cama y no podía hacer nada más. Encima, la cabeza me empezó a jugar en contra porque nadie daba bien en lo que tenía. Por suerte todo se solucionó al final", relató Jorge.