Desde hace más de 15 años el corso de Marquesado es uno de los más representativos de San Juan. Mientras que el de Zonda, que recién tiene 4 años de vida, se convirtió en un ícono de los festejos. Y este año, a pesar de su importancia, ambos carnavales no se realizarán por falta de dinero. Es que la crisis económica llegó a los bolsillos de los vecinos, que son quienes todos los años hacen frente a los gastos.

En Zonda siempre tuvo el espíritu de ser el carnaval de la gente. Desde la organización hasta cada uno de los que se ponían las lentejuelas eran miembros de la comunidad que con dinero de sus bolsillos pagaban los gastos. Y a pesar de que muchas veces recibieron ayuda de la Municipalidad de Zonda, este año no tienen el dinero para hacer frente a los costos de los trajes y la música entre otras cosas. “A pesar de ser austero, sacando cuentas necesitamos unos 15.000 pesos”, dijo Omar Alegre, que es policía y que siempre está haciendo actividades solidarias con su señora. “Sin embargo, aunque parezca poco dinero, no podemos conseguirlo. Se nos hace imposible. Ni con los ahorros de todo el año llegamos”, dijo el hombre con un dejo de tristeza. Omar Alegre y su señora Marcela son los responsables de que la tradición de los corsos volviera a las calles zondinas, que este año no podrán cumplir.

Algo similar ocurre en Marquesado, donde todos los años son los primeros en abrir las fechas de los corsos. “Teníamos fecha para el 23 y 24 de febrero. Pero ahora no sabemos si lo podamos hacer más adelante”, dijo Amalia, de la asociación Unimar (Unidos de Marquesado).

Este corso es el más representativo de Rivadavia y siempre fue muy convocante. Nació en 1997 con una veintena de chicos y de a poco fue creciendo. Hasta el año pasado contaba con la participación de comparsas de La Bebida, Zonda y Ullum, entre otros lugares.