Con sus apenas 28 años a cuestas, Paula Aceituno no es sólo la única mujer que trabaja de forma permanente en la construcción de la ruta 150, sino que además es la responsable de la perforación de cada uno de los 6 túneles que tiene esta megaobra vial que atraviesa el Norte sanjuanino. Es Licenciada en Ciencias Geológicas, recibida en el año 2008 en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de San Juan y trabaja en la Dirección Nacional de Vialidad. Ya en el 2006 recibió una propuesta de la cementera Minetti en su planta mendocina. Luego, un año antes de tener el título en la mano, fue convocada para la construcción de los túneles del emprendimiento minero Gualcamayo.

‘¿Si soy una experta en túneles? Digamos que me gusta esta parte de la obra y he adquirido una experiencia importante en estos años‘, cuenta Paula en voz pausada pero firme, la misma que utiliza cuando le da ordenes a su equipo de trabajo. ‘Todos los chicos se portan muy bien y me respetan mucho‘, advierte.

Paula, que se casó hace poco tiempo con otro geólogo que trabaja en el Sur del país, pasa gran parte del mes en la obra y aprovechan los días que ambos tienen libres para verse. En cuanto a lo estrictamente laboral, explicó que su tarea es ‘controlar la estabilidad de los taludes y los túneles, hacer los levantamientos geológicos. Nos hemos encontrado con varias dificultades que tuvimos que afrontar‘.