Los anfitriones franceses quedaron en deuda con su gente. Es que los galos cayeron sin mayores atenuantes en cuartos de final ante Italia, que más allá de la supremacía futbolística, los humilló en su propio país.
Los anfitriones franceses quedaron en deuda con su gente. Es que los galos cayeron sin mayores atenuantes en cuartos de final ante Italia, que más allá de la supremacía futbolística, los humilló en su propio país.