Que la fe puede mover montañas, es una frase que de tanto repetirse puede perder su significado. Pero para Silvia Cabrera y Alicia Ruarte estas palabras implican mucho. Ambas mujeres superaron barreras gracias a su devoción. Una se recuperó de una enfermedad, y la otra empezó a creer en Dios. Sus historias salen a la luz hoy, que se celebra la patronal del Santo de Media Agua.

“Yo soy devota de San Antonio desde chica, pero hace poco tiempo sentí en carne propia su devolución de fe hacia mí. Tengo nódulos en las cuerdas vocales y por esto yo estuve ronca por mucho tiempo e incluso había días que no podía hablar. Pero hace unos días recuperé la voz y gracias a esto voy a poder animar la procesión, actividad que realizo desde hace 15 años”, dijo Silvia Cabrera, todavía emocionada por su rápida e inesperada recuperación.

En el caso de Alicia Ruarte, “el milagro”, como ella dice, fue distinto ya que tuvo que ver con el cambio espiritual que tuvo gracias al Santo. “Hace 10 años, antes de comenzar a dar clases en Los Berros, Sarmiento, las misas y todo tipo de actividades de la Iglesia no me interesaban. Pero desde que trabajo en este departamento ví y sentí la importancia de la presencia de San Antonio y esto me llevó a hacer cosas que nunca me lo hubiera imaginado”, dijo Alicia, que es docente y que no quiso revelar cuáles fueron las promesas que hizo pero aseguró que todas fueron cumplidas por el Santo. Además, la docente contó que “me atrapó la historia de vida de San Antonio que está muy relacionada con la ayuda a los pobres. Y me identifica porque en muchas oportunidades yo estuve en contacto con la pobreza y él me ayudó a superar el dolor que esta realidad me daba y seguir trabajando para intentar erradicarlo”.

Las mujeres se volvieron muy activas en la comunidad religiosa ya que son las primeras en ayudar a organizar todas las actividades que realizan desde la parroquia de San Antonio. Por ejemplo, Alicia trabaja en conjunto con todo el grupo que realiza tareas logísticas en la previa de la celebración. “Hace 2 meses que estamos planificando la procesión para que no tengamos problemas con nada. Además, colaboramos en todo lo que nos pide el sacerdote Gustavo Luna para que cada año salga mejor la celebración”, dijo la mujer.

En el caso de Silvia, ella se concentra en todo lo relacionado con el sonido, ya que ella es una de las animadoras de la procesión que se realizará hoy a partir de las 15 en la villa de Media Agua (ver aparte).