En el mapa, el recorrido arranca en las cabras, pasa por la vaca, dobla por los patos y atraviesa las plantaciones de maíz. Los partidos de fútbol se hacen al costado del corral del cerdo, mientras que las actividades plásticas son a la sombra de los membrillos, entre el césped y las flores. La de El Mogote, en Chimbas, es una colonia diferente a las de piscinas, playones deportivos o amplias canchas. Allí, la colonia funciona en la granja educativa que tiene la Municipalidad de Chimbas y los niños tienen una gran diferencia con el resto: pueden interactuar a diario con los animales del lugar.

Aunque hay un encargado, los chicos pueden colaborar en la alimentación de los animales, cortar algunas brevas y, entre los árboles y una huerta, bañarse en unos piletines de lona, ya que el complejo, al igual que en las otras dos colonias chimberas, no tiene piscina.

La Granja, ubicada sobre la calle Oratorio, tiene cabras, patos, gallinas, ovejas, conejos, una liebre, un cerdo, una vaca y un pavo real. Y los chicos juegan entre ellos, a sabiendas que no los pueden molestar.

"Esta colonia es diferente por donde la mirés. Los valores y la inocencia que tienen estos niños es tal, que a diferencia de otros lugares en que los dividen por edades, acá todo lo hacen en conjunto, en el que un niño de 12 años colabora con otro de 7, por ejemplo. Nosotros hemos trabajado en muchas otras colonias, pero el respeto, la ternura y la educación de estos chicos nos sorprendió desde el primer día", dijo Valeria Córdoba, una de las coordinadoras.

Los 65 niños de la colonia son todos de El Mogote, una zona agrícola ubicada al este del centro chimbero, y es la segunda vez que pueden participar de la colonia. "En 2010 trajimos la colonia al Mogote por primera vez. Hubo 33 chicos, que se fueron encantados, pero el problema era la falta de espacio, porque la granja no tiene canchas para hacer deportes. Por eso este año dudamos en volver, pero fueron los padres los que nos pidieron que nos los abandonemos. Y ellos respondieron duplicando la cantidad de niños inscriptos", contó César Luján, secretario de Desarrollo Social Social de Chimbas.

Por eso, ante la falta de espacios, los profesores se las ingenian para hacer deportes entre los corrales, por lo que en esa colonia, los gritos de goles se mezcan entre mugidos y graznidos, una mezcla imperdible para cualquier niño.