Ailin Ibazeta, actual embajadora de Iglesia, es flamante bioingeniera. Se recibió recientemente junto a Juan Iturrieta y la tesis de ambos fue avanzar en una investigación que apunta a prevenir los accidentes de tránsito causados por la somnolencia.
 

Concretamente, el trabajo consistió en crear una base de datos para tener de referencia en el avance de esta investigación y que también podrá aplicarse a otros estudios. Ailin y Juan estudiaron a 10 voluntarios, quienes manejaron un vehículo en un simulador. Les tomaban señales biológicas (cerebro, ojos y corazón) y con la recolección de esos datos elaboraron una base de datos que brinda diferentes indicadores, como cuando una persona está a punto de quedarse dormida, por ejemplo.

“Este tipo de investigaciones se realizan usualmente en Estados Unidos o países europeos y se venden a precios muy elevados. Nuestro aporte es crear esa base de datos y los investigadores argentinos podrán usarla sin tener que pensar en ningún costo”, señaló Ailin, quien reconoció que pensó dos veces presentarse como candidata a embajadora departamental, porque ya estaba trabajando en la tesis. “Con Juan comenzamos en septiembre a trabajar en el tema que nos propusieron y en noviembre fue la elección de la embajadora. Varias veces Juan se acercó hasta el hotel donde nos hospedaban a las candidatas  y avanzábamos con el estudio, cuando tenía yo un un momento libre”, repasó la embajadora departamental.

Después de la Fiesta del Sol viajó a Uruguay para presentar otro tema de investigación en la Facultad. ¿Y si hubiera sido electa Embajadora del Sol? “No habría viajado a Uruguay y seguramente hubiese tenido todavía menos tiempo para poder trabajar en la tesis”, confesó con una sonrisa la iglesiana.

Al proyecto lo realizaron en el Gabinete de Tecnología Médica de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ. Ailin indicó que la creación de la base de datos es una nueva etapa de un proyecto que comenzaron cuatro investigadores del CONICET: Agustina Garces, Carlos DelAquila, Lorena Orosco y Gabriel Cañadas. Una aplicación final del estudio será que los vehículos tengan incorporados instrumentales que tomen señales biológicas de los conductores, para que se apague el motor antes que se queden dormidos.

“Así se evitarían grandes siniestros viales que han ocurrido debido a la somnolencia, esto es un problema universal. Varias fundaciones como Luchemos por la vida o CESVI han hecho pedidos para que se investigue más sobre este tema y se brinden soluciones tecnológicas para alertar a los conductores antes de que se queden dormidos o que directamente se les apague automáticamente el motor con el fin de evitar consecuencias graves”, afirmó Ailin que sin dudas recordará a este 2020 no sólo por la pandemia, al conseguir importantes objetivos en distintos ámbitos.